Redefining Work: Diseñando un futuro que se adapte a la vida
El futuro del trabajo va más allá de la productividad: se trata de equilibrio, cultura, flexibilidad y de crear sistemas y entornos de trabajo donde las personas puedan dar lo mejor de sí.
Y esa fue la idea central que nos reunió en South Summit 2025: un llamado a repensar el trabajo como una experiencia consciente, humana, y flexible que esté alineada a la vida de las personas.
Junto a Alex Hernandez (Co-Founder de Jobgether), Isabella Vahdati (Associate Investor en Brighteye Ventures), nuestro COO Pablo de la Hoz (Co-Founder & COO de zityhub), compartió una conversación que dejó claro que el trabajo del futuro no se trata de elegir entre remoto o presencial, sino de devolverle a las personas la libertad responsable de elegir cómo, cuándo y dónde trabajar.
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Porque cuando el trabajo se adapta a la vida —y no al revés—, lo que emerge no es solo mayor rendimiento: es una nueva forma de vivir, más libre, más humana y más sostenible.
Más allá del remoto o presencial: el verdadero significado de la flexibilidad
Durante demasiado tiempo, hemos reducido la conversación sobre flexibilidad laboral a una dicotomía entre trabajo remoto o presencial. Pero la auténtica flexibilidad va mucho más allá: significa tener la libertad de decidir dónde, cuándo y cómo trabajamos. Es un enfoque multidimensional, profundamente humano y alineado con los ritmos reales de la vida.
Aunque España aún no lidera en esta transformación, el cambio ya está en marcha. Países como Alemania, Estonia o Reino Unido han comprendido que la flexibilidad no es un beneficio accesorio, sino un pilar estratégico para atraer, motivar y fidelizar talento.
La industria tecnológica ha sido la gran pionera en este camino. Sus modelos —remoto, freelance, por objetivos— no solo ofrecen libertad, sino que están demostrando que el rendimiento no depende de la presencia, sino de la autonomía y la confianza. Hoy, otros sectores observan, aprenden y comienzan a adaptar sus estructuras hacia un modelo que ya no es una tendencia: es el futuro del trabajo.
El fin de los extremos: diseñando el trabajo con propósito.
Desde el año 2020, hemos oscilado entre el trabajo remoto absoluto y el retorno forzado a la oficina. Pero lo que estamos viendo hoy no es una vuelta definitiva a lo presencial. Es la consolidación de un modelo híbrido estructurado, que busca lo mejor de ambos mundos.
Las personas ya no van a la oficina por obligación, sino porque encuentran valor en hacerlo: para colaborar, concentrarse, conectar con el equipo o recargar energía en un entorno diferente. Y las cifras respaldan esta transformación:
- Menos del 30% de las empresas están 100% en oficina.
- Más del 70% ofrecen algún tipo de flexibilidad.
- El modelo híbrido estructurado ya es el camino elegido por más del 50% de las organizaciones.
Según datos de Fortune 500, en el 2025 las empresas que exigen un retorno completo a la oficina han crecido del 13% al 24%. Sin embargo, muchas de sus oficinas solo alcanzan un 40% de ocupación real. ¿Por qué? Porque si la oficina no ofrece colaboración, creatividad, socialización o concentración, simplemente no cumple su propósito.
La clave no está en volver por volver, sino en redefinir el valor de ese espacio dentro de una experiencia laboral más flexible y significativa.
La oficina como imán: estrategia, no política
Lo híbrido no es una política, es una estrategia. Las empresas que entienden esto están rediseñando sus espacios físicos como parte de su propuesta de valor al talento. Ya no se trata de obligar a estar en un lugar, sino de crear una experiencia que motive y eleve el bienestar profesional.
Ejemplos como Atlassian o Blablacar demuestran que, cuando se da libertad, la gente va a la oficina… porque quiere. Y cuando van, buscan mucho más que un escritorio: quieren concentración, colaboración, conexión y un sentido de pertenencia.
La confianza como base
Para que este nuevo modelo funcione, las organizaciones deben asumir una premisa fundamental: las personas adultas saben gestionar su rendimiento. Lo que importa no es desde dónde trabajan, sino cómo cumplen sus objetivos. Y para eso, se necesita confianza, autonomía y las herramientas adecuadas.
Las generaciones más jóvenes no están buscando rigidez. Quieren opciones. Quieren decidir. Y si las empresas no se adaptan, buscarán aquellas que sí lo hagan.
Por eso, en zityhub ayudamos a las organizaciones a transformar su visión del trabajo, convirtiendo sus oficinas y modelo de trabajo en ecosistemas híbridos, dinámicos y diseñados para las personas. Facilitamos la gestión de espacios, contamos con acceso flexible a una red de ubicaciones, y brindamos una experiencia centrada en el bienestar, la colaboración y la eficiencia.
El futuro del trabajo se construye con confianza, tecnología y propósito. Y empieza hoy.